Ainda mais raro é que o jornalista seja observador do ambiente, nos dias de hoje limita-se a tentar saber o que aconteceu e quase nem olha para o local nem o que o rodeia.
E ainda mais raro, que até seja capaz de escrever umas linhas com sentido e não um mero desfiar de notas rápidas do bloco.
Portanto, desfrutem:
"Desde enero atraviesa la provincia de Salamanca cada madrugada en dirección Lisboa y tres horas más tarde, de Madrid, con su encanto de un tren con el que sueña esta tierra.Las agujas del reloj superan en hora y media la medianoche. En esos momentos, la estación de ferrocarril Salamanca-Vialia está dominada por el silencio y la paz. En los andenes, una pareja, con aspecto desaliñado, duerme en un banco, junto a su equipaje, quizás esperando al ‘Sudex’. O tal vez la llegada del día para tomar cualquier convoy que sale de esa estación y desde hace tiempo escriben una página para la desidia y el olvido de Salamanca, con los interminables retrasos, junto al viejísimo material con el que la compañía ferroviaria labora en esta tierra.
Paco Cañamero
En esos momentos, únicamente, en la cafetería, moderna y decorada de bellísimas fotografías del mundo carrilero charro, hay unos cuantos noctámbulos que apuran sus consumiciones. En un lado, cerca de una llamativa maqueta, un hombre uniformado con traje azul oscuro y corbata con los distintivos de la compañía férrea saborea despaciosamente un café, sabedor que la noche será larga. Cuando lo toma paga, se despide del camarero, coge su maletín y abandona la cafetería camino del exterior. El hombre es maquinista de ‘Grandes Líneas’ y dentro de unos minutos relevará a su compañero que viene a los mandos del legendario Trenhotel ‘Lusitania’, que está próximo a entrar en agujas y lo conducirá hasta la frontera de Fuentes de Oñoro. Allí, más tarde arrastrará el que llega en sentido contrario.
Llegada del tren
Es la madrugada del lunes, 11 de agosto, cuando el reloj digital de una pantalla marca la 01.48 minutos y coincide que llega el ‘Lusitania’ a la estación de Salamanca-Vialia, en la que se detiene unos minutos. Por los andenes únicamente camina personal ferroviario, quienes observan con orgullo a una de las grandes leyendas de ferrocarril español, al tratarse de un tren que lleva en servicio desde la pasada década de los 40 y hoy realiza el trayecto en modernos coches Talgo, con varias unidades habilitadas como hotel.
Cuando se detiene el moderno Talgo, uno tiene la sensación de estar inmerso en un sueño, sobre todo cuando cada día es testigo de las polémicas existentes con el material con el que se opera desde Salamanca, junto a los numerosos retrasos. Pero su llegada es tan real como la vida misma y el Tren hotel ‘Lusitania’ pasa por Salamanca desde finales del pasado mes de enero (en alguna ocasión anterior también lo hizo por incidentes en la línea tradicional) y lo hará hasta entrado el próximo año hasta que la línea extremeña, por la que discurría, sea reparada completamente y sustituido el viejo material por otro más apropiado.
Cuando el ‘Lusitania’ se detiene bajan varios trabajadores quienes permanecen a las puertas de sus respectivos coches y aprovechan para encender un cigarrillo. Otro, por su parte, acude a comentar algo con el jefe de estación, que se encuentra en el andén. Son los momentos en los que también se produce del cambio de maquinista, antes de que la señal del silbato le ordene la marcha y emprenda rumbo a Fuentes de Oñoro, donde cumplirá su periplo por el territorio salmantino, que inició cuarenta minutos antes. Justo cuando dejó atrás la Moraña abulense para alcanzar Peñaranda y, sin detenerse, la capital charra y desde ésta a la frontera. Ésa en un sentido, porque menos de tres horas más tarde, en torno a las cinco de la madrugada, otro nuevo ‘Lusitania’ atraviesa Salamanca en dirección Madrid.
Cuando se marcha el ‘Lusitania’, con la estela hermosa y llamativa estela de los Talgo, uno siente la desazón de ver como esa modernidad para de largo, cómo si fuera un encanto oculto de las madrugadas. Bien cierto es que circula por esta capital de manera provisional y una vez que estén acabadas en Extremadura las obras de la línea Madrid-Lisboa, volverá a sus orígenes, por los lleva circulando ininterrumpidamente 67 años.
Precisamente, el retraso de las obras y la comodidad que ha encontrado la compañía ferroviaria en hacer la ruta por Salamanca ha provocado un airado malestar de la Junta de Extremadura, quien desconfía que, definitivamente, el ‘Lusitania’ acabe circulando por Salamanca y, de esa forma, ahorrar los costes del Sudex, que acabaría desapareciendo. Pero de momento son sólo hipótesis y preguntas que de momento no tienen respuesta.
Como tampoco las tienen los políticos charros, que hayan sido incapaces de aprovechar, aunque sea de modo provisional, el paso del ‘Lusitania’ por la provincia.